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Las distracciones al volante son una de las principales causas de accidente en España, y con la llegada de las tecnologías aplicadas al mundo del automóvil, la situación se complica; nos ofrecen un sinfín de ventajas y comodidades cuyo mal uso puede ocasionar perdida de atención y despistes al volante que pueden acabar en tragedia.
Según un estudio llevado a cabo por la Fundación AAA, existen algunas distracciones que tienen poco impacto sobre la capacidad de conducir, mientras que hay otros que sí pueden ocasionar un riesgo más grande.
Escuchar la radio: Riesgo mínimo
En el estudio se pidió a los participantes llevar a cabo cada acción enfocada en tres factores: cuando no se conduce, cuando se conduce en un simulador y cuando se conduce en una situación real. Para ello, se utilizaron varias medidas para determinar el nivel de distracción, como es el tiempo de reacción y distancia, la actividad de las ondas cerebrales y los movimientos que se hacen con la cabeza y los ojos.
En la prueba, las personas escucharon la radio, se la ajustaron a un volumen agradable antes de empezar a conducir y no se les permitió cambiar de emisora. Bajo estos parámetros escuchar la radio no supone un riesgo, ya que para los investigadores no creen que distraiga lo necesario. Según Bruce Hamilton, director de investigación de la Fundación AAA, “no estamos poniendo la alarma sobre la gente que escucha la radio mientras conduce”.
Escuchar un libro hablado: Riesgo mínimo
En esta sección del estudio, se les pidió a los participantes que escojan uno de estos tres libros hablados o audiolibros: The Giver (Louis Lowry), Water for Elephants (Sara Gruen) y Harry Potter y la piedra filosofal (J.K. Rowling). A los integrantes de este estudio les hicieron cinco preguntas sobre el contenido del libro, elegido por cada uno, para así asegurarse de que estaban escuchando el libro cuidadosamente.
El resultado fue el siguiente. El nivel de distracción al volante al escuchar un libro es mayor que el escuchar la radio.
Hablando con un pasajero: Riesgo moderado
En este caso la situación cambia. Aquí, el nivel de distracción fue un poco más elevado cuando los participantes charlaron con un pasajero en el asiento de detrás de su coche. En la prueba se les exigió a los participantes a mantener una conversación con un pasajero. La mitad de la prueba tenían que hablar y la otra mitad tenían que escuchar.
A los conductores no se les permitió girar la cabeza para mirar al pasajero mientras habla, ni para realizar acciones como gestos con las manos, que podrían ocasionar una distracción al conducir. Se comprobo que tenian ciertas dificultades en coordinar las dos tareas.
“Los conductores deben mantener sus ojos en la carretera y las manos en el volante durante todo el tiempo”.
Uso del móvil: Riesgo Elevado
Durante años, los defensores de la seguridad de los automóviles, compañías de seguros y otros críticos han culpado al uso de los teléfonos móviles de causar distracciones al volante significativas que pueden ocasionar la muerte en muchos casos.
En la prueba realizada se observan que los niveles de distracción son elevados al hablar por un teléfono móvil cuando se conduce. Los conductores no deben realizar varias tareas al conducir y se cree necesario guardar los teléfonos en un sitio donde no ocasione riesgo: “es mejor apagar el teléfono y centrarse en la conducción”
Uso de manos libres: Riesgo elevado
Para muchos, el uso del manos libres es una solución a las distracciones ocasionadas al hablar por un móvil corriente. Pues para los investigadores de este estudio no supone un riesgo menor que hablar por un móvil, “el manos libres no evita la distracción ”, comentó David Teater, director de iniciativas estratégicas de transporte en el Consejo Nacional de Seguridad.
«El riesgo es casi lo mismo si se usa teléfono móvil o manos libres»
Sistema de voz a texto: Riesgo molesto
Los sistemas que convierten voz a texto permiten a los conductores enviar mensajes de texto y correos electrónicos sin necesidad de escribirlos. Algunos programas permiten completar otras tareas, como la actualización de su página de Facebook.
Para Peter Kissinger, presidente y CEO de la Fundación AAA para la Seguridad Vial, asegura que “el aumento de la carga de trabajo mental pueden dar lugar a una falta de atención en donde los conductores no ven los peligros potenciales que tienen en frente de ellos”, por lo que este sistema se considera molesto y arriesgado.
Fuentes: FoxBusiness, TICBeat.
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