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El clima en Valencia predomina por sus amplios periodos soleados y buenas temperaturas, y es que apenas en un 15% de los días del año soportamos la lluvia, por eso también podemos sentirnos afortunados cuando llueve y tenemos prácticas de conducción; es la ocasión perfecta para aprender a manejar el vehículo con esta situación.
¿Qué mejor que con el coche de la autoescuela y el profesor para ayudarte a conducir con lluvia en Valencia?
Problemas de visibilidad, balsas de agua, atascos… y, sobre todo, un asfalto mucho más resbaladizo que reduce el agarre de los neumáticos, son los problemas más comunes a los que nos podremos enfrentar cuando cogemos el coche y está lloviendo.
Sin embargo, cuando llegan los temporales, antiguamente conocidos como “La Gota Fria” ó más recientemente con el nombre de “DANA” que causan fuertes precipitaciones es cuando más tenemos que extremar la precaución y mantenernos en alerta, siguiendo los consejos de la DGT y del 112.
En general, la lluvia es la situación climatológica más habitual, y la que más accidentes provoca. Para reducir los riesgos es necesario tomar algunas precauciones
Consejos para conducir con lluvia y tormentas
Toma nota de los siguientes consejos para conducir con seguridad en este clima adverso.
Limpieza
Lo siguiente que debes hacer es asegurarte que tienes limpios los cristales, haciendo hincapié en la luna delantera y los retrovisores para garantizar la mejor visibilidad posible.
Lleva en buenas condiciones las escobillas de los limpiaparabrisas, de esta forma, podrán actuar sobre toda la superficie del cristal cuando activemos el limpiaparabrisas, sin dejar esas rayas y restos de agua que impiden la visión y pueden provocar deslumbramientos.
Otro aliado que tendremos con las lunas y cristales será la calefacción. Cuando llueve, los cristales empiezan a empañarse debido al cambio de temperatura. Para evitar esto, lo más eficaz es usar la ventilación (dirigiendo el aire al parabrisas), con el aire acondicionado, la recirculación y la calefacción.
Atención a las luces y los charcos
Las luces son importantísimas. Nos sirven para poder ver a los demás y que ellos nos vean bien. Lo ideal es activar las luces de corto alcance. En cambio, las luces largas pueden ser una gran molestia, ya que se reflejan en los charcos y confunden a los conductores. Cuando la situación sea muy complicada, podemos accionar los antiniebla traseros (no olvidemos apagarlos después para no molestar a los demás conductores y no recibir una multa)
Los charcos constituyen también un riesgo. La acumulación de agua limita el agarre de las ruedas y puede producirse el efecto del acuaplaning. Así, es mejor esquivarlos siempre que se pueda, sin alterar mucho la trayectoria. Disminuir la velocidad y aumentar la separación con el vehículo de delante siempre es una buena opción en caso de lluvia.
Asimismo, para controlar el tráfico que tenemos por delante, es importante observar las luces que van utilizando. Si frenan o ponen los intermitentes para evitar un obstáculo debes captar esas señales lo más rápido posible.
Finalmente, si la carretera está intransitable y la visibilidad se reduce hasta imposibilitar la conducción, busca un lugar seguro para no ser embestidos por otro vehículo y detén el coche, señalízalo correctamente y espera a que el tiempo mejore.