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Todos tendemos a cuidar como a un hijo aquellos productos de alto valor que acabamos de comprar nuevos, ya sea un móvil, un ordenador, una cámara de fotos… El caso de los coches no es, ni mucho menos, una excepción, ya que, además de este hecho, es sabido entre los conductores que existe un periodo de rodaje cuando estrenamos uno.
No obstante, en los últimos años, se ha extendido la creencia popular de que los coches nuevos, hoy en día, ya no necesitan hacer rodaje puesto que “ya vienen rodados de fábrica”.
Para saber con certeza las buenas prácticas que debes cumplir con tu coche nuevo, lo mejor es, realmente, que leas el manual de instrucciones que viene con el mismo, ya que, en él, vienen especificadas todas las particularidades de tu nuevo vehículo y los cuidados que debes tener con él, tanto en las primeras semanas y meses, como a lo largo de su vida útil.
No obstante, si has perdido ese manual, te da pereza leerlo, o simplemente quieres conocer de manera general algunas buenas prácticas a seguir con tu coche nuevo, no pierdas detalle de los siguientes consejos:
1. Tiempo de rodaje
Lo primordial es saber que todos los coches necesitan un tiempo de rodaje para alcanzar el ajuste perfecto de las piezas, el cual puede variar entre los 6.000 y 15.000 kilómetros. Esto es porque el coche tiene que “soltarse”, o lo que es lo mismo, que todas las piezas del motor se ajusten perfectamente, de forma que las impurezas e imperfecciones de este acaben por limpiarse y haya un mejor rendimiento de tu vehículo.
2. Revoluciones de motor
Esta información también se incluye en tu manual, pues las revoluciones recomendadas para tu vehículo dependen del tipo de carburante del mismo. Para que te hagas una idea, el intervalo adecuado en un coche de gasolina oscila entre las 2000 y 2500 revoluciones mientras que, en un coche diésel, se encuentra alrededor de las 1500 y 2000. No obstante, lo más importante es que cambies de marcha a ese régimen de revoluciones y que lo hagas de manera progresiva.
3. Cambiar de velocidad durante el viaje
La conducción inteligente de los vehículos de última generación previene forzar el motor de forma innecesaria, alarga la vida útil de los componentes mecánicos (neumáticos, frenos…) y reduce las emisiones contaminantes, siendo de esta forma más sostenibles con el medioambiente.
No obstante, es recomendable utilizar las marchas más largas para que el motor funcione a bajas revoluciones y lograr mantener una velocidad constante y evitar frenadas y aceleraciones innecesarias.
4. Frenos y neumáticos
Te recomendamos que evites conducir de forma brusca, especialmente al frenar, ya que las pastillas y discos de freno se tienen que ajustar para alcanzar su máximo rendimiento. Si las frenadas son bruscas en esos primeros kilómetros, puede forzar los discos, lo que hará que tu sistema de dirección pueda sufrir vibraciones a largo plazo y sea más peligroso.
Lo mismo ocurre con los neumáticos, que necesitan acumular kilómetros para optimizar su agarre, debido a la fina película de parafina o silicona que posee la banda de rodamiento que actúa como protección en el transporte y almacenamiento. Del mismo modo, los primeros kilómetros de rodaje de los neumáticos son esenciales para que el conductor se adapte a ellos.
5. No sobrecargar de peso el coche
Si eres de los que hacen viajes largos y lleva equipaje abundante o pesado, es importante que no sobrecargues tu coche durante sus primeros meses de vida para poder realizar incorporaciones fluidas y/o subidas de cuestas prolongadas sin necesidad de someter al vehículo a acelerones forzosos y revoluciones no recomendadas. Lo mismo sucede si nuestro nuevo coche carga con un remolque.
6. Esperar para apagar el motor
Por último, pero no menos importante, si has circulado un largo recorrido, o también a una velocidad alta durante un tiempo prolongado, no apagues el motor inmediatamente y déjalo en ralentí durante uno o dos minutos para que su bajada de temperatura sea más progresiva. Esto es especialmente importante si tu coche tiene turbo para conservar y alargar la vida útil de esta pieza, que es muy costosa de sustituir en caso de avería.